Sala de espera.
Me
paso la vida esperando a que te entre un ataque de vicio o de egoísmo, como
dice ella. Y puede que seas malo, pero cuando sonríes sólo veo lo bueno.
No
todos los ángeles tienen alas.
Y
quizás si me quisieses se me vería triste.
Es
muy probable.
Al
final va a ser cierto eso de que desde los bancos de Madrid no se puede ver el
mar.
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