ESPAÑA ESTÁ EN LATINOAMÉRICA



Viajar te abre los ojos. Vivir en lugares que no son los tuyos te hace abrirte al mundo de una manera increíble. Algunas personas lo utilizan para reafirmarse en la postura de que el chorizo de su pueblo es el mejor, mientras que para otras es un regulador de realidades y defectos. Me gusta considerarme del segundo grupo.

Desde que estoy en Estados Unidos he estado encontrando muchas diferencias con España (como es lógico). Pero sin duda, lo que más me fascina es la idealización que tienen los americanos sobre Europa. Increíble. Francia son baguettes, queso y sofisticación 24/7. Italia el paraíso de la campiña y el vino. Alemania, historia y modernidad. España buen tiempo, playa y buena comida. Croacia y Montenegro, no los conozco muy bien pero si están en el Mediterráneo deben de tener también mucha fiesta y buen tiempo. Y bueno, Ucrania, Armenia y todos esos son antigua URSS así que no nos interesan porque los rusos no nos caen bien…

Y ya está. No hay más Europa. Lo jodidos que estamos económicamente después de las grandes crisis no existe. Tampoco existe la decadencia política a causa de la corrupción o el resurgimiento de las corrientes de extrema derecha que pretenden acabar con muchos de los derechos que se han conseguido hasta ahora. El turismo masivo y la destrucción de los paraísos naturales tampoco existe. 

Eso sí, somos muy glamurosos.




Otra de las cosas con las que me encuentro muy a menudo es que para que Europa guste tanto, se conoce más bien poca geografía. Y seguro que más de uno y más de dos hispano hablantes de los que hayan vivido aquí algún tiempo sabe de lo que hablo.
El otro día estaba en la peluquería y me atendió un chico que no me había atendido nunca antes. Al escucharme hablar en español con mi peluquero habitual se sorprendió mucho y la conversación fue la siguiente:

-       (en inglés) ¡Uy, no sabía que hablabas español!
-       Sí, soy española.
-       (Ojiplático) ¿Eres española? Nunca lo habría adivinado. No pareces española.
-       ¿Ah no?
-       No.
-       Ah.
-       (silencio)
-       (silencio)
-       (Me pregunta un par de cosas más)
-       (Le cuento mi vida)
-       (Silencio)
-       (Silencio)
-       Bueno, así que eres española has dicho
-       
-       ¿Y de qué parte? ¿De México?
-       No, no, soy española.
-       (Cara de no entender)
-       De España
-       Ahh ya (cara de no entender)
-       … en Europa
-       AHHHH, Sí sí claro





Ni puta idea tenía de que España estaba en Europa. 
Claro, normal que no entendiese que no fuese latina porque no lo soy. Rubia y más blanca que un fantasma, el tío debía estar cortocircuitando en ese momento. No es la primera vez que me pasa ni será la última. Yo creo que esto es el karma por haber sido unos genocidas invadiendo los territorios de América y haber extendido nuestra lengua y religión a la fuerza de manera que, siglos después, mucha gente que no está involucrada en el tema ya no sabe diferenciar a unos de otros. El alumno superó al maestro.

Recuerdo que una vez tuve que rellenar un formulario y flipé. 
Ponía “Seleccione con una cruz la descendencia de la que procede” y las opciones eran: 

A.   Caucásica
B.   Europea
C.    Asiática
D.   Negra
E.    Mestiza
F.    India Americana
G.   Latina /Española

Eh, ¿hola? Me acabo de enterar gracias a un formulario oficial americano de que origen español y origen europeo no es lo mismo (bueno y también que hay una distinción entre caucásico y europeo, ya que estamos). Me parece increíble que a estas alturas de la película se sigan mezclando términos. No puedo comprender cómo Estados Unidos, que es un país con tanta riqueza de culturas, meta en el mismo saco cosas que no tienen nada que ver. Es una banalización histórica total. Ahora puedo entender cómo se sentía la cantidad de gente latina que emigró a España hace unos años por necesidad (o por gusto) y era tratada (o lo siguen siendo en su defecto) como pura multitud. Todos son iguales.






Vaya mierda de conocimiento que tenemos. Y como esto, miles de errores más que yo misma cometo por la incultura a la que estoy sometida. Nuestra cultura no es la mejor. No estamos por encima de nada ni de nadie. Aprendamos que ser hijo de puta se paga caro y que si consigues escaparte una vez, caerás a la siguiente. Cualquiera debería ser libre de poder moverse a donde quisiera y como quisiera. 

Pero dejemos de ser tan gilipollas, por favor, y abrámonos al mundo. 

Porque aunque nos cueste reconocerlo, el chorizo de nuestro pueblo no es el mejor.









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